El autogol del INE AL SISTEMA ELECTORAL: DEJA VACANTES EN OPLES
TEMAS SOCIALES


El autogol del INE AL SISTEMA ELECTORAL: DEJA VACANTES EN OPLES
La democracia mexicana enfrenta nuevamente una amenaza. El INE decidió no nombrar a 28 consejerías electorales, por falta de acuerdos en su máximo órgano de dirección.
Así, a partir de ahora, operarán órganos electorales locales incompletos. El INE debía nombrar 44, pero solo cumplió en 28, dejando el resto vacantes por falta de acuerdos.
No se trata de un asunto menor; es un desafío directo a la confianza democrática.
La ausencia de árbitros debidamente integrados e imparciales afecta directamente la estabilidad institucional y la confianza ciudadana en estos órganos.
Cada órgano electoral sin la debida integración reduce su capacidad operativa, legitimidad institucional; esto conlleva a su debilitamiento y el riesgo de vulnerabilidad ante influencias políticas.
Lo más lamentable es que esta es una decisión que el INE asumió deliberadamente, bajo excusas de un bloque de consejeros encabezados por Guadalupe Taddei —que han sido duramente cuestionados por su afinidad a los intereses de MORENA—, que no fueron capaces de privilegiar los consensos para cumplir un deber.
Nombrar a los consejeros no era optativo, es un deber constitucional. Sin embargo, esta omisión fue deliberada por el bloque oficialista del INE.
Esto se genera en un contexto polarizado sobre una futura reforma electoral que el oficialismo ha anunciado, en la que se amenaza con desaparecer a los institutos electorales locales. Así que la irresponsable actuación del Consejo General vendrá bien al oficialismo para justificar fallas en el sistema y dar paso a una mayor destrucción democrática.
El riesgo de inseguridad jurídica y de procedimientos irregulares es alto. Implica que puedan presentarse demoras en actividades clave tales como convocatorias, distribución de recursos, logística interna e incluso deficiencias en la preparación de las elecciones locales.
Cuando se normaliza que los órganos electorales no estén plenamente integrados, se debilita la institucionalización de los procesos democráticos; y en el contexto actual, deja débil la defensa sobre su permanencia.
Las consecuencias puntuales en el ámbito electoral son graves. La democracia se sostiene por reglas claras y autoridades confiables. Si los organismos encargados de garantizar la legalidad del proceso y la equidad no están completos, representa el debilitamiento de la democracia; ya que crece la influencia externa, los deja debilitados y fortalece la amenaza de su desaparición.
El Consejo General del INE conoce la gravedad de este escenario. Sin embargo, en un acto que trasciende la simple omisión, el bloque de consejeros afín al régimen ha demostrado −una vez más− que antepone su lealtad política a su deber constitucional. Es la destrucción institucionalidad operada desde el interior de la institución.
Así, el INE, una vez más pavimenta el camino para la destrucción silenciosa de la democracia que tanto costó construir.
La sociedad debe estar vigilante y no permitir la nueva amenaza de control total que el partido Morena busca imponer sobre nuestro sistema electoral.
La próxima reforma anunciada apunta a la aniquilación de la autonomía de las instituciones. Aquí es donde debemos concentrar nuestra atención, porque de concretarse, nos colocaría en un punto de no retorno para rescatar la democracia mexicana por la vía institucional.
NO es tiempo de pasividad. La responsabilidad de la defensa de la democracia es de todos y es ahora.
