EN LA UNIDAD NACIONAL ESTÁ LA RECONSTRUCCIÓN DE MÉXICO
¿Qué hacer frente al riesgo del autoritarismo?
REFLEXIÓN SEMANAL
Iris Adriana Vitales M.
5/8/2025


En los momentos decisivos de la historia de México, la UNIDAD NACIONAL ha sido un factor determinante para enfrentar desafíos que amenazan la estabilidad democrática, los derechos ciudadanos y las libertades alcanzadas. Hoy, ante el resurgimiento de tendencias de totalitarismo en el panorama político nacional, la necesidad de una SOCIEDAD UNIDA Y VIGILANTE ES MÁS URGENTE QUE NUNCA.
Creemos que a la DEMOCRACIA no es necesario cuidarla y que es una fuente inagotable de algo que se supone siempre debería de existir y permanecer, pero lo cierto es que hay que estar atento ante aquellas alertas y señales evidentes que pretenden acabar con la misma.
México ha experimentado regímenes autoritarios en el pasado, y también ha luchado por superarlos. La transición democrática que comenzó en las últimas décadas del siglo XX fue posible gracias a una ciudadanía cada vez más informada y comprometida. Esa experiencia nos enseña que los avances democráticos no son permanentes si no se defienden de manera constante y colectiva.
La historia de México nos ha demostrado que cuando el autoritarismo avanza, lo hace aprovechando la división y el silencio.
Se trata a su vez de cuidar los derechos previamente adquiridos por luchas sociales de quienes incluso con anterioridad a nosotros dieron su vida creyendo en las causas que hoy se materializan como los derechos que actualmente podemos y debemos cuidar.
Es importante resaltar que la libertad solo se preserva cuando los ciudadanos se mantienen atentos y críticos al actuar del poder tal y como lo expresó Thomas Jefferson: “El precio de la libertad es la vigilancia eterna”.
Las alertas se encienden y las alarmas se prenden cuando de forma arbitraria las decisiones que trascienden e impactan al país son hechas por unos cuantos, sin consensos, sin consultas previas e información clara que explique a la población el impacto que tienen esos cambios en la vida diaria.
Esa falta de información o desinformación inducida genera una fractura en la unidad nacional producto de la DESESPERANZA y la AUSENCIA DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA, un camino sostenido hacia la normalización de la violación a los derechos y libertades que ha costado construir a través de la historia.
Esta normalización, repercute directamente en colocar al país en una posición de riesgo, ante amenazas muchas veces silenciosas y otras hechas ante la luz del día. Me refiero a ese estado de neutralidad que nace de” la paz que da el no saber”.
Por ello, en este momento histórico, la unidad nacional no es solo deseable, es indispensable. Solo una sociedad unida, informada y participativa podrá revertir los embates del autoritarismo que evoluciona cada día a un totalitarismo. La normalización y el silencio ante lo que sucede es el espacio y oportunidad ideal para la represión de los derechos y las libertades.
Mientras tanto, el país afronta un ataque sistemático y progresivo rumbo al plan de Nación 2024-2030. Cada propuesta de cambio o modificación de leyes, reformas a la Constitución o creación de nuevas leyes representan el peligroso punto de quiebre que puede determinar un México antes y después, se trata de una destrucción que asegura impactar sobre aspectos relevantes que deciden el rumbo y el futuro de los mexicanos.
El autoritarismo que va escalando hacia el totalitarismo, no siempre llega acompañado de uniformes militares ni de declaraciones de guerra. A menudo se manifiesta de manera más sutil.
Se trata de un autoritarismo constitucional, que implica la concentración del poder en una sola persona o partido, que se consolida en el debilitamiento de las instituciones autónomas, en el desmantelamiento de la Constitución, en la censura disfrazada de regulación a la libertad de expresión, o en la descalificación sistemática para quienes alertan sobre los peligros de todo lo anterior.
En México, la historia reciente muestra señales preocupantes: ataques a la libertad de prensa, debilitamiento y vinculación del Poder Judicial con el oficialismo, polarización social promovida desde el poder mediante discursos de odio, y un culto a la personalidad política narcisista que acaba con la pluralidad de opiniones.
Factores que representan sin duda, un impacto directo por nombrar lo menos con respecto a la economía, la educación, la seguridad y salud pública así mismo representa la peligrosa y progresiva anulación de derechos y libertades de los mexicanos.
Ante estos acontecimientos, cualquiera que no entienda el papel fundamental que tiene en la reconstrucción de la democracia se expone a ser parte activa por omisión de esta destrucción. Permanecer inamovible es la actitud perfecta que da el consentimiento otorgado a través de tu silencio, y con ello participas como observador aparentemente pasivo, en una indiferencia que se suma a la destrucción de la democracia de este país.
La sociedad mexicana debe ser capaz de unirse para rechazar prácticas autoritarias sin importar el origen político de quien las ejerce porque cuando la sociedad actúa de forma fragmentada o indiferente, se vuelve más vulnerable a los abusos del poder.
Es necesario comprometerse libremente y de manera informada porque solo aquel que se siente parte de algo más grande −el futuro de México− puede con voluntad y determinación involucrarse para alcanzar un cambio y esto es la UNIDAD NACIONAL que este país necesita.
Es decisivo, tener la orientación hacia una responsabilidad social compartida, encaminada a la participación ciudadana, así como la capacidad de respuesta que se manifiesta cuando levantas TU VOZ ante lo que sucede porque está comprometido y en riesgo el futuro de tu familia.
Es desde lo colectivo y en la UNIDAD NACIONAL, donde se puede reconstruir por medio de información, atención y enfoque en estos temas, desde donde es posible orientar a un cambio informado para tu propio entorno, porque nosotros somos la estructura más profunda que sostiene y le dan sentido a la organización del Estado.
¡Nosotros somos las personas que representan el único y verdadero baluarte para reconstruir y defender a México!
¡México, necesita patriotas! En los ciudadanos, en los medios de comunicación, en las organizaciones no gubernamentales, en los académicos y en cada uno de nosotros, todos somos un factor de cambio y tenemos un papel clave en la defensa de la democracia, la conservación de nuestros derechos y libertades.
La vigilancia ciudadana, la participación en procesos electorales, las protestas que van desde LEVANTAR TU VOZ en cada espacio donde te desarrollas, así como exigir transparencia y cuentas claras a los diferentes actores de gobierno son formas de resistencia desde lo colectivo y en la UNIDAD NACIONAL.
Frente al avance de este camino al autoritarismo, ya no es suficiente la crítica en privado o la queja en redes sociales. La defensa de la democracia, de nuestros derechos y libertades requiere organización, responsabilidad y unidad nacional.
Todo comportamiento es comunicación y la pregunta clave aquí es ¿Qué le estas comunicando tu al autoritarismo con tu silencio?
