Los perdedores también podrán ser juzgadores. El diablo está en los detalles

los perdedores también pODRÁN ser juzgadores.

El diablo está en los detalles

Se llevó a cabo la simulada elección, concluyeron los cómputos y, como era previsible, en la “herradura de la democracia” estallaron problemas que propios consejeros dejaron crecer; han sido tantos que, al momento, están atorados sin poder declarar la validez de las elecciones y asignar cientos de plazas de jueces y magistrados.

A pesar de todo, una vez entregadas las constancias, en algunos casos, cuando se vea quién quedó en segundo o tercer lugar, se podrá tener una sensación de alivio pensando que “pudo ser peor”

Lamento decir que, ni en esos casos será momento de sentir alivio. Aún puede ser peor.

La reforma judicial llegó para romper la estructura del Estado, subordinar al Poder Judicial y MORENA no tiene la menor intención de dejar un hueco donde pueda colarse la preparación e integridad. Un juez independiente es una amenaza en su proyecto de destrucción de nuestra República.

Hasta ahora la atención se ha centrado únicamente en la elección; pero la elección judicial trajo muchos más cambios a los que debemos poner mucha atención.

Uno de estos detalles que no debemos perder de vista, es el régimen de suplencia de vacantes que se estableció en la Constitución y en la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.

Cuando se generen vacantes por faltas sin licencia, renuncias, separación definitiva o defunción el cargo será ocupado por la siguiente persona que haya obtenido mayor número de votos y así se seguirá con ese orden de prelación.

Esto aplica para todos los cargos que fueron electos. Así que, el problema de las listas de las candidaturas seguirá. Las personas que participaron serán quienes tengan la posibilidad de acceder a esos cargos en los próximos años.

A diferencia del debate social, en el oficialismo nunca ha perdido de vista esto. Los propios consejeros electorales han empezado a considerar declaratorias de vacantes y será muy pronto que la regla se comience a aplicar.

Estemos pendientes del Tribunal Electoral, ese donde sus magistrados electorales aceptaron el soborno de las prórrogas de sus cargos hasta por tres años; pero donde solo tres han sabido pagarle al oficialismo mostrando el talento que tienen en sus corvas.

Hay espacios que, a pesar de la elección judicial, le seguirán siendo incómodos a morena, pero morena no piensa lidiar con ellos.

El diablo está en los detalles…